(Familia Malory 04) La magia de tu ser by Johanna Lindsey

(Familia Malory 04) La magia de tu ser by Johanna Lindsey

autor:Johanna Lindsey
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: love_history
ISBN: 9788466624015
editor: www.papyrefb2.net


Al otro lado del pasillo, James estaba llevando a Georgina a su cama.

—No quiero que vuelvas a hacer esto —le advirtió mientras la ayudaba a ponerse el camisón—. Es demasiado agotador para ti.

—Tonterías. ¿Que me lleven de una habitación a otra? Para ti sí que ha tenido que ser agotador.

James se incorporó arqueando una ceja.

—¿Estás poniendo en duda mi virilidad?

—Dios no lo permita. Yo no estoy todavía en condiciones de comprobar lo fuerte e incansable que puedes llegar a ser, James Malory..., pero, no te preocupes, te lo haré saber en cuanto lo esté.

El la obsequió con un fugaz beso, luego apagó las lámparas que la doncella había dejado encendidas. Georgina lo seguía con la mirada por la habitación, un hábito encantador que había adquirido desde que había sido su ayudante en la cabina en el Maiden Anne.

Esperó a que su marido volviera a la cama con su bata.

—Cuando Clinton y los otros se vayan, Warren se va a quedar solo en el Albany.

—¿Y?

—Que nosotros tenemos una casa muy grande.

—Ni se te ocurra pensarlo, George.

Ella ignoró su tono amenazador.

—Pues lo siento, pero lo he estado pensando. Él es mi hermano, y no veo ningún motivo por el que no pueda quedarse aquí.

—Al contrario. Hay un motivo perfectamente aceptable: que nos mataríamos en dos días.

—Me gustaría pensar que tienes un poco más de paciencia que eso.

—La tengo. Es ese filisteo de hermano tuyo el que no tiene ninguna.

—Está mejorando.

—¿En serio? Entonces ¿qué hacía tomando clases de boxeo en el Knighton's?

Ella frunció el ceño.

—No toma clases.

—Lamento no poder estar de acuerdo contigo. Lo he visto con mis propios ojos.

—No tienes por qué ser tan sarcástico. Tal vez sólo estuviera haciendo ejercicio.

—Venga George.

—Nada, nada. No hay de qué preocuparse.

—¿Parezco preocupado?

—Exacto. Yo te he visto pelear. Warren no tiene ninguna posibilidad, ni siquiera con las lecciones. Seguro que ya se ha dado cuenta a estas alturas.

—Ah, pero Tony intenta enseñarle.

—¿Por qué?

—Porque le divierte hacerlo.

—¿De veras? —Georgina casi sonrió—. Bueno no es extraordinario que tu hermano siga haciendo cosas para complacerme.

—No lo está haciendo por ti o por tu hermano, querida. Lo hace por mí.

—Ya lo imaginaba.

—Y yo lo aprecio.

—Seguro.

James sonrió y la abrazó.

—Vamos, ¿no irás a sugerir que ponga la otra mejilla si él me ataca primero?

—No, pero espero que te contengas si lo hace.

—Puedes estar tranquila, querida.

—No le harías daño a mi hermano, ¿verdad?

—Depende de lo que entiendas por daño.

—¡Bien! Ya veo que tendré que hablar con él sobre el tema. No parece que vayas a ser razonable.

—No vas a conseguir nada —la avisó—. No estará satisfecho hasta que no pelee conmigo. Cuestión de principios, ya sabes.

—Orgullo, querrás decir. Y eso es algo que no soporto. No entiendo por qué no os podéis llevar bien.

—He sido muy amable con él.

Ella suspiró.

—Ya lo sé, y te estoy enormemente agradecida. Pero hasta tu amabilidad es demasiado para él.

—Si lo que quieres es que no le diga ni una palabra, creo que podré hacerlo.

—No, el problema está en Warren —dijo con pesar—. Por mucho que quiera, me temo que no tiene arreglo, y.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.